Participé en un proceso de selección para un puesto interno y me sentí completamente humillado. Fui la única persona que se presentó a la entrevista final y aun así me hicieron esperar por casi un mes la respuesta, solo para decirme que "el perfil no se ajustaba del todo". Me parece una falta de respeto al tiempo y al esfuerzo que invertí en todo el proceso. ¿Por qué me hicieron pasar por todas las etapas si no estaban seguros? Me hace cuestionar la ética de la empresa y si realmente valoran a su propio personal. La experiencia fue tan decepcionante que me hizo perder la fe en los procesos internos de crecimiento.

A mi equipo y a mí nos exigen cumplir con metas muy altas, pero al mismo tiempo nos han reducido el presupuesto para herramientas básicas y capacitación. Tenemos que trabajar con software obsoleto y equipos que fallan constantemente, lo que retrasa enormemente nuestro trabajo. Cuando le pedimos a la gerencia y a Recursos Humanos que inviertan en las herramientas necesarias para ser más eficientes, nos dicen que "no hay presupuesto" y que debemos "ser más creativos" para lograr los objetivos. Es frustrante ver cómo la empresa prioriza los recortes de gastos por encima de la productividad y el bienestar de los empleados, esperando resultados de primer nivel con recursos de segunda.

Hace un año me prometieron un ascenso y un nuevo rol que venía con un aumento de salario. Me dijeron que debía capacitarme y asumir las responsabilidades del puesto de inmediato para demostrar mi capacidad, y que el ascenso se haría oficial en seis meses. He estado realizando las funciones del nuevo cargo por más de un año, pero cada vez que pregunto por la formalización del puesto, me dan una excusa diferente. Siento que me están usando para cubrir un puesto sin pagarme lo que me corresponde. La falta de transparencia y el incumplimiento de las promesas me han hecho perder toda la motivación.

Nuestra empresa tiene una política de trabajo desde casa, pero solo para aquellos que tienen "la suerte" de ser seleccionados, a pesar de que nuestros puestos son idénticos. Mis compañeros y yo que tenemos que ir a la oficina tenemos que cumplir con un horario estricto, mientras los demás trabajan a su propio ritmo. Cuando le preguntamos a la gerencia y a Recursos Humanos por qué unos sí y otros no, no nos dan una respuesta clara. Esto ha creado una división y un resentimiento enormes entre el personal. Nos sentimos tratados como empleados de segunda categoría, a quienes se les exige más sin ningún beneficio.

Cada año nos hacen llenar una "encuesta de clima laboral" donde nos piden ser honestos sobre nuestra satisfacción y los problemas que enfrentamos. El año pasado, la mayoría de los empleados señalamos la falta de comunicación entre departamentos y los procesos burocráticos como los mayores obstáculos. Pero no ha cambiado absolutamente nada. Los directivos y Recursos Humanos solo nos dijeron que "analizarían los resultados", pero no se implementó ninguna medida correctiva. Nos hace sentir que nuestro tiempo y nuestras opiniones no son valoradas. Es un ejercicio inútil que solo sirve para darnos una falsa esperanza de que las cosas van a mejorar.

Mi jefe creó un grupo de WhatsApp para el equipo y no tiene ningún límite. Manda mensajes a las 10 de la noche, los fines de semana e incluso en días festivos con peticiones urgentes. La empresa no respeta los horarios de descanso y espera que estemos disponibles las 24 horas del día. Si no respondemos de inmediato, nos cuestionan al día siguiente. No puedo desconectarme ni un momento, lo que ha afectado mi salud mental y mi tiempo personal. Mi contrato no especifica que deba estar disponible fuera del horario laboral, pero la presión es constante y me siento obligado a responder para evitar problemas con mi superior.

Entré a esta empresa hace dos meses y mi proceso de inducción fue prácticamente inexistente. Me entregaron mi computadora y me dijeron que "aprendiera sobre la marcha". No tuve un mentor, nadie me explicó los procedimientos básicos y tuve que molestar a mis compañeros constantemente para entender cómo funcionaban las cosas. Cuando me quejé con Recursos Humanos, me dijeron que la empresa "confía en la proactividad de sus empleados". Siento una enorme presión por rendir al máximo sin las herramientas necesarias, lo que me genera mucho estrés y la sensación de que mi desempeño no será justo.

En mi equipo, es evidente que el jefe tiene a sus favoritos. Siempre les asigna los proyectos más interesantes, les da días libres sin justificación y les permite trabajar desde casa mientras los demás tenemos que pedir permiso con meses de anticipación. He intentado demostrar mi valor con trabajo duro y buenos resultados, pero siempre soy ignorado cuando se trata de oportunidades de crecimiento. La situación es tan obvia que ha creado un ambiente de resentimiento entre los compañeros. He hablado con Recursos Humanos sobre esta situación, pero me dicen que la asignación de proyectos es "a criterio del líder" y no pueden interferir.

Mi jefe tiene la extraña costumbre de delegar responsabilidades sin dar ninguna instrucción clara sobre lo que espera. Nos entrega una tarea y luego desaparece de la oficina, volviendo días después para regañarnos por no haber hecho las cosas exactamente como él las imaginaba. Se molesta porque no adivinamos sus expectativas y nos exige que seamos más proactivos, lo cual es irónico viniendo de alguien que no brinda ninguna guía. He intentado hablar de este problema con Recursos Humanos varias veces, pero solo me han dado respuestas vagas, diciendo que "es parte de la cultura de la empresa y debemos aprender a adaptarnos". Esto ha creado un ambiente de constante ansiedad y frustración en el equipo, afectando mi desempeño y mi bienestar mental, ya que cada decisión que tomo es un riesgo de ser criticado.

Tuve una entrevista de trabajo que duró casi dos horas, me hicieron preguntas muy específicas sobre un proyecto y me hicieron sentir que el puesto era perfecto para mí. Me aseguraron que mi perfil era el que buscaban y que el siguiente paso sería coordinar la firma del contrato en el transcurso de la siguiente semana. Eso fue hace tres semanas y desde entonces no he recibido ni una llamada ni un correo electrónico. He enviado mensajes de seguimiento a la persona de Recursos Humanos que me entrevistó y he intentado llamar a la empresa, pero no hay respuesta. Siento que me usaron para sacar ideas y que todo fue una farsa. Es increíble la falta de profesionalismo en algunos procesos de selección.

Llevo trabajando más horas de las que debería durante meses. Me prometieron horas extras pagadas, pero siempre hay una excusa para no pagarlas, desde que "no hay presupuesto" hasta que "es para un proyecto urgente". Mi jefe me exige que me quede "hasta que el trabajo esté hecho" y la presión es insostenible. Siento que mi salud mental y física se está deteriorando. Me siento agotado, desmotivado y no veo una salida. No puedo hablar con nadie porque tengo miedo de que, si me quejo de las horas extras o la falta de pago, simplemente decidan despedirme y traer a alguien más que acepte la situación sin protestar.

Apliqué a un puesto y me llamaron para una entrevista virtual. Me sentí muy cómodo y el reclutador me dijo que mi perfil era perfecto para el equipo. Quedamos en que me enviaría una prueba técnica en dos días, ya que esa era la última etapa del proceso. Han pasado dos semanas y nada. Ni un solo correo, ni una llamada para darme una actualización, para decirme que eligieron a otra persona o que el puesto se cerró. Es una falta de respeto total no cerrar un proceso o al menos ser sincero. Te invierten tiempo en la fase inicial para luego simplemente ignorarte.

Durante la entrevista, me prometieron un paquete salarial muy atractivo que incluía bonificaciones por rendimiento, seguro médico privado y vales de alimentación. Firmé el contrato con esas expectativas. Sin embargo, en la primera quincena me doy cuenta de que el monto no coincide con lo que acordamos. Cuando fui a Recursos Humanos, me explicaron que las bonificaciones son "a discreción" de la gerencia y que los demás beneficios "aún no están activados". Me siento completamente estafado y desmotivado, porque acepté el puesto con la confianza de que recibiría lo que se me prometió, y resulta que no es así.

Mi jefa revisa todo lo que hago y cuestiona cada decisión, por mínima que sea. No puedo enviar un correo, hacer una llamada o tomar una decisión sin que ella lo supervise, lo cual es extremadamente desgastante. Me hace sentir que no confía en mi trabajo, y lo peor es que luego toma mis ideas, les cambia una o dos palabras y las presenta en las reuniones como si fueran de ella. Se lleva todo el crédito y no me deja crecer profesionalmente. He intentado hablar con ella y con Recursos Humanos, pero me han dicho que debo tener paciencia y que su estilo de liderazgo es "único".

Hace más de un mes que solicité mi certificado laboral y una constancia de ingresos para poder alquilar un apartamento, y sigo esperando. He enviado tres correos electrónicos a Recursos Humanos y solo recibo la misma respuesta automática que dice "pronto nos comunicaremos con usted", sin ninguna solución real. Me parece increíble la falta de seriedad y de atención. ¿Para qué está un departamento de RH si no es para apoyar a los empleados con trámites tan básicos que son vitales para nuestra vida personal? Esto me ha generado un retraso importante en mis diligencias y me está causando mucho estrés.

Desde que un compañero renunció hace dos meses, me asignaron todas sus tareas sin ningún tipo de apoyo o compensación adicional. Ahora hago mi trabajo y el de otra persona, sin tiempo para respirar. He hablado con mi jefe en varias ocasiones, pero solo me dice que "hay que ser flexible" y que "son cosas de la empresa". Mi carga de trabajo es insostenible, no tengo ni un minuto para descansar y mi vida personal se ha visto afectada gravemente. No veo ninguna intención por parte de la empresa de buscar una solución o contratar a alguien más para aliviar la presión.

Llevo más de tres años en esta empresa, y a pesar de que he asumido más responsabilidades y he mejorado mis métricas de forma constante, mi salario sigue siendo el mismo. Cada vez que pregunto a mi jefe o al departamento de Recursos Humanos sobre un posible aumento o un plan de carrera para crecer, me dan largas. Me dicen que no hay presupuesto, que debo esperar a la próxima revisión anual de desempeño o que mi puesto "no aplica" para un incremento. Es frustrante ver a gente nueva entrar con un salario similar al mío, sin la experiencia que yo tengo. No se me reconoce mi esfuerzo ni mi lealtad.

En mi departamento, los rumores son el pan de cada día. La gente se la pasa hablando de los demás, inventando chismes malintencionados y creando un ambiente de desconfianza. El ambiente de trabajo es tóxico y agotador mentalmente. He tratado de mantenerme al margen, pero es imposible no ser afectado. Se lo mencioné a mi superior y me dijo que "así son las cosas aquí" y que "no debo meterme". Nadie hace nada para detener el acoso y la mala vibra. La situación ha escalado tanto que ya hay personas pidiendo traslados por el estrés.

Tuve que ausentarme por una emergencia familiar y Recursos Humanos me ha hecho un proceso burocrático interminable para justificar la ausencia. Me piden documentos que ni siquiera sabía que existían y me hacen sentir que mi situación no es válida o que estoy inventando la excusa. No mostraron ninguna empatía ni humanidad. En lugar de ofrecer apoyo, me han tratado como si fuera una molestia. Es decepcionante ver cómo un departamento que debería velar por el bienestar del personal, en realidad parece existir solo para poner trabas y dificultar las cosas en los momentos más vulnerables.

En mi oficina, las reglas cambian constantemente, pero nadie nos informa. Un día algo tan simple como comer en el escritorio está bien, y al día siguiente es motivo de amonestación. No hay un manual de procedimientos ni comunicación oficial por parte de Recursos Humanos. Se supone que "debemos estar al tanto" de las novedades, pero ¿cómo si no se nos dice nada? Nos enteramos de las nuevas políticas cuando ya estamos en problemas por haberlas roto sin saberlo. Esta falta de claridad crea un ambiente de incertidumbre constante y afecta la moral del equipo.